Walter Summerford, un pararrayos humano

La primera vez que Walter Summerford fue alcanzado por un rayo

Transcurría la Primera Guerra Mundial. Un joven Summerford prestaba sus servicios como soldado de la Gran Bretaña. Mientras la tropa a la que estaba asignado, el denominado frente de Bélgica, avanzaba al campo de batalla, un repentino rayo salió de la nada y lo impacto arrojándolo de su caballo.

Grande fue la sorpresa de los demás soldados al ver que Summerford había sobrevivido al impacto del rayo. Sin embargo, el joven soldado pronto se dio cuenta que había paralizado de la cintura para abajo, confinándolo a estar en una silla de ruedas y por supuesto causando que fuera alejado del campo de batalla.

La segunda vez que Summerford fue alcanzado por un rayo

El tiempo transcurrió, y Summerford decidió irse de Gran Bretaña y se estableció en Canadá en 1924, en donde formó una familia con el fin de olvidarse de su pasado como soldado.

Summerford llevaba una vida tranquila, hasta que un día, cerca de una lago, recibió el impacto de una rayo, pero no de manera directa, ya que el mismo impactó en un árbol en el que él se encontraba apoyado en ese momento y Walter recibió la corriente del rayo en segunda instancia.

Walter no solo sobrevivió a este segundo impacto, sino que además recuperó la movilidad de sus piernas milagrosamente al transcurso de dos días.

La tercera vez que Summerford fue alcanzado por un rayo

Seis años después del segundo impacto, es decir, en 1930, mientras Walter se encontraba en su paseo habitual en los bosques y terrenos aledaños a su propiedad; el clima pasó de un día soleado a uno amenazante con tormentas.

Como era de esperar, Walter se asustó muchísimo y trató de guarecerse de la tormenta ocultándose en el primera lugar que encontrará, ya que su casa se encontraba bastante lejos desde donde el se encontraba.

Sin embargo, la suerte no acompañó al asustado Walter, que por tercera vez fue alzando por un rayo, el cuál tuvo como consecuencia, la parálisis del pobre hombre del cuello hasta las piernas.

El triste final de Walter

Después de lo acontecido en en 1930, la vida de Walter no fue para nada placentera. Una serie de complicaciones en su saludo, aunado a la parálisis de la cual sufría; conllevaron a su muerte en 1932.

Sin embargo un último acontecimiento se uniría a los misteriosos incidentes ocurrido durante la agitada vida de Walter. En 1936, cuatro años después del entierro de Walter, un rayo impacto sobre la lápida de la tumba de Summerford, destrozándola en varios pedazos.

Sin duda, este es uno de los grandes misterios de la humanidad.

No olvides que en este blog siempre podrás encontrar las más interesantes artículos sobre las grandes misterios de la humanidad.